Seleccionar página

Guatemala, enero, 1991

Para mi nieto,

Mijo, quizá no me quede mucho tiempo para poder compartir con vos. Algo puede salir mal y puede que me adelante a hacer un viaje muy importante, uno al que todos estamos destinados a hacer, cada uno en su momento, ni un segundo antes ni un segundo después. Espero que recibas esta carta cuando hayas cumplido los dieciocho años, Dios quiera me de vida para compartir más tiempo con vos. En caso no me dé más tiempo, me habré ido antes de que leas esta carta.

Como ya te he dicho, cuando muera no me vas a llevar flores al cementerio, con el tiempo me vas a olvidar, las flores son para los vivos, no para los muertos. Tampoco me vayas a estar viendo a través de la ventana del ataúd, a uno más vale que lo recuerden sonriente y no todo tieso, pálido, con los ojos hundidos, así se ven todos los difuntos a través del cristal en sus cajas de muerto. De todas maneras, eso que está allí adentro ya no es uno, son solo los despojos que poco a poco se tienen que pudrir hasta quedar solo en huesos y por último en polvo.
No te olvides de quien sos mijo, sos un buen patojo, si conoces a alguna patoja que te guste hablale no vayas a ser mish. Habla siempre con confianza, con respeto, siempre siendo auténtico sin querer aparentar algo que no sos, vas a ver cómo se van a querer quedar con vos, porque sos un buen patojo.
No dejes nunca de estudiar, aún que vas a aprender más de la vida misma, de las personas que vas a conocer, de los lugares que vas a visitar, hasta de las piedras vas a aprender. Te regalo todos mis libros, leelos, quien lee mucho viaja mucho y vive muchas vidas. Usa tu imaginación, no necesitas más de lo que ya tenés en tu cabeza y en tu corazón para salir adelante de cualquier situación. Hacete bueno para contar cuentos, historias, aventuras, hacéle caso a tu corazón. No te vayas siempre por el lado de la razón, aprende a escuchar a tu intuición mijo. La vida te presentará retos, que te van a parecer muy difíciles, pero no te preocupes, no hay nada que no tenga solución. Si tiene solución pues no te preocupes y si no la tiene, entonces aceptalo. Solo la muerte no tiene solución, por eso solo debemos aceptarla.

En cuanto a tus decisiones, siempre tomarás la correcta, no importa cuál sea. Siempre que seas fiel a vos mismo, a tus valores, todo estará bien. Todo lo que está destinado a suceder, sucederá. No quiere decir que te quedes de brazos cruzados esperando a que todo pase, la suerte favorece solo a quién está listo para aprovecharla. Nada es casualidad, todo lo que ocurra en tu vida será una consecuencia, sea de una decisión que tomaste, de una acción o bien de algún factor que está fuera de tu control. Ocúpate solo de aquello que es tuyo, tus ideas, tus pensamientos, tus actitudes, tus acciones, hacete responsable solo de eso y hace lo que te corresponda hacer en cada situación. En la vida no hay problemas, solo hay situaciones en las que, a veces, toca tomar una decisión, en otras solo toca transitar, dejar que suceda, resignarse o aceptar las condiciones externas. No podés controlar la vida, ni a los demás, ni mucho menos a la naturaleza que rige el orden cósmico.

No creas que tu destino está escrito, uno va construyendo su destino al andar. Siempre se prudente, recordá que mejor batalla es aquella que no se libra. Pensa bien antes de hacer, pensa dos veces si no te basta con una, pero tampoco te quedes pensando por mucho tiempo porque uno es lo que hace, no lo que dice que va a hacer.

Ponete a trabajar en algo que te guste, en algo que te permita ser ese que querés ser. Siempre mantenete auténtico a vos mismo, con el único que tenes que quedar bien es con vos, los demás que se vayan al carajo. Nadie es monedita de oro para caerle bien a todos, siempre hay envidosos, siempre hay gente que se va a querer aprovechar. Identificalos, tenelos presentes, no los confrontes con los puños, tenes que ser más hábil y enfrentarlo con tus ideas. Aprende a hacer amigos, ganate a la gente siendo auténtico, no andes aparentando que tenés cosas que no tenés, que sos cosas que no sos y que no van con vos.

Colecciona momentos, no cosas, viaja, dale la vuelta al mundo si lo crees necesario. Las cosas, todo lo material se queda aquí y nada te llevas, nada más que los recuerdos. Si te gustan los carros, pues entonces salí a manejar, anda a dar una tu vuelta solo por el placer de salir a manejar. Lo importante no son las cosas, es lo que haces con ellas. Si te gusta dibujar, pues comprate unos tus buenos lápices, si te gusta pintar compras acuarelas, pinturas, pinceles y que se yo otras cosas. Si vas a tocar un instrumento, practicalo porque te guste no porque tenes que pasar un examen en el conservatorio o porque a otros les gusta como tocás. Hace todo porque a vis te llena hacerlo.
Poco a poco vas a darte cuenta de que, así como existe el bien, también existe el mal. Así como existe la luz, también existe la sombra, no pueden existir una sin la otra. Si no hubiera oscuridad no podrías apreciar la luz, así que aprendé a diferenciar la una de lo otro. No todo lo que brilla es luz, no creas en las cosas que la gente te dice solo porque sí, asegurate de seguir solo a esos que son dignos de ganarse tu confianza. Tampoco seas mala gente, procura ser amable con todos, nada cuesta regalar una sonrisa. Creé en la gente, creé en las segundas oportunidades, pero cuida que no te agarren de baboso.

Si alguien te pide prestado algo y decidís darselo, pensá que se lo estás regalando, así sea un lapiz, un borrador, un libro o dinero. No te amargues porque otros no saben cuidar lo que no es de ellos, la confianza depositada. Si alguien te ofrece algo que parece demasiado bueno para ser verdad, muy probablemente es algo que le conviene más al que a vos, aprende a leer las intenciones. Bien dicen que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones. Dale crédito a los hechos, no a las palabras.
El dinero, es solo un instrumento. No te afanes en atesorar grandes cantidades en el banco, gastalo, invertilo, regalalo, cuidalo, pero se siempre prudente. Que el dinero te sirva para comprar comida, para tener un techo donde dormir, para viajar, para ayudar a los demás, para construir. No pensés que tener dinero te va a hacer feliz, ni que el dinero fácil te va a traer la misma satisfacción de un dinero bien ganado, bien trabajado. Las cosas más valiosas que hay en la vida no se pueden comprar con dinero, recordate bién de esto, a tus amigos, tus verdaderos amigos no los podés comprar con dinero, la verdadera felicidad tampoco y mucho menos el amor. Lo más valioso que vas a tener en la vida no será dinero, ni oro, ni ningún objeto tangible.

Lo más valioso mijo que tenes es tu tiempo.
Aprende a cuidar tu tiempo, dedicale la mayor cantidad a las personas más improtantes de tu vida, cuando tengas esposa pues a ella, si tenés hijos pues a ellos. Cuidate de no caer en la trampa de la vida moderna, no vivas para trabajar. Cuida de no dedicar tus miutos, tus horas, tus años más importantes a construir los sueños de alguien más. Dedícale tiempo a hacer realidad tus sueños, en especial esos sueños que has tenido desde que sos chiquito, desde niño. Cuando hagas realidad alguno de esos sueños te vas a dar cuenta de lo que es la felicidad, la alegría de la vida, la satisfacción. Hay algo especial en hacer realidad un sueño, pero es mucho más importante cuando el sueño en el que trabajas pone contento a tu niño interior.
Sí, siempre vas a llevar dentro a ese niño, ese patojo que yo conocí y que amé tanto. Augúrate de no olvidarte de él, cuidalo, consientelo de vez en cuando, sacalo a pasear al parque, llevalo de viaje a los lugares que sabes que le gustan, llevalo a comer la su comida favorita, pasa tiempo con él. Hacete su amigo, porque estoy seguro de que van a haber momentos en que se sentirá abandonado, se sentirá muy solo y si le dan ganas de llorar pues llora con él.

Todo se aprende en la vida, hasta se aprende a ser feliz. El mundo dará muchas vueltas antes de que nos volvamos a encontrar, pero no te sientas solo, recuerda que siempre me llevas en tu corazón, así como yo te llevo en el mío. Dios quiera que nos volvamos a ver pronto, pero si no, no te preocupes que yo voy a estar bien y vos también lo vas a estar.

Hasta pronto papaíto, cuidate nene.

Te quiere, tu abuelo

Tonish